El 19 de abril de 1810 el Cabildo de Caracas, con el apoyo de parte del pueblo y de importantes sectores militares, tanto de los batallones de veteranos como de milicias, así como de destacados personajes del clero, la sociedad e intelectuales, depuso al gobernador y capitán general Vicente Emparan y a los demás altos funcionarios españoles, enviándolos al exilio. Dicho movimiento revolucionario que se llevó a cabo de una manera incruenta, en definitiva tuvo un impacto en los campos político, económico, social y cultural no sólo de Venezuela sino de toda Sudamérica. Comenzaría así nuestro largo y complejo camino hacia independencia de los poderes españoles.
Antecedentes
Este acontecimiento fue precedido, en el continente entre otras, por las rebeliones, sublevaciones y agitaciones de masas de: Andresote (1730-1733), Movimiento de Juan Francisco de León (1749-1751), Movimiento de los Comuneros de Los Andes (1781), José Leonardo Chirinos (1795), Gual y España (1797), Desembarco de Francisco de Miranda en la Vela de Coro el 3 de agosto 1806 y La Conjura de los Mantuanos (1808-1810).
Contexto histórico
El pueblo español frente a lo que sucedía, no veía con buenos ojos el hecho de que tanto el rey como el heredero, estuvieran presos; por eso, en Madrid el 2 de mayo de 1808 deciden hacer un pronunciamiento popular, en el cual se desconoce en forma absoluta la autoridad de José Bonaparte; toman medidas para destronarlo, y empieza a conformarse a lo largo de la península, una serie de gobiernos provisionales.
La situación que ocurre en España llega a conocimiento de las provincias de las Colonias en América donde también hay un ambiente de insatisfacción e incertidumbre por lo que en algunos virreinatos deciden conformar juntas de lealtad y en defensa de los intereses de Fernando VII. En la Capitanía General de Venezuela se convocó un Cabildo extraordinario como respuesta inmediata a la disolución de la Junta Suprema de España y la renuncia del Rey Fernando VII.
Los hechos
El Jueves Santo del 19 de abril, mientras el recién designado capitán general Emparan se dirigía a misa, un grupo perteneciente a la aristocracia y la oligarquía criolla, miembros del Cabildo de Caracas, lo desconocen. Emparan no estuvo de acuerdo con esto, y cuando desde la ventana del ayuntamiento le preguntó al pueblo que se había reunido en la Plaza Mayor (hoy Plaza Bolívar) si quería que él siguiera mandando, el presbítero José Cortés de Madariaga, le hizo signos a la multitud para que contestara que “NO”. Emparan dijo que entonces él tampoco quería el mando, renunció y se fue a España. Se firma también el Acta del 19 de abril de 1810, se aduce que actuaban en nombre de Fernando VII, rey depuesto de España, y en desobediencia a José I.
Se establece entonces una Junta de Gobierno que toma las siguientes iniciativas: establecer juntas similares en las provincias de Cumaná, Margarita, Barinas, Barcelona, Trujillo y Mérida; además de liberar el comercio exterior, prohibir el comercio de esclavos negros, crear la Sociedad Patriótica (para fomentar la agricultura y la industria), así como la Academia de Matemáticas. Desde los mismos instantes de su constitución la Junta dio muestras por querer establecer un gobierno autónomo tanto a nivel interno como internacional. En lo interno tomó medidas rápidas y eficaces para lograr la unidad total del territorio, en lo internacional, ejerció la soberanía plena al dirigirse a todos los Cabildos de América pidiendo la adhesión al movimiento y posteriormente al enviar a Inglaterra y otros países delegados con miras al reconocimiento del gobierno que había surgido por voluntad de los venezolanos.
Importancia histórica
La importancia de lo sucedido el 19 de abril radica en que permitió que la lucha por la emancipación se diera a gran escala dentro de la Capitanía General de Venezuela y que la libertad comenzara a hacerse realidad, gracias a la férrea actitud anticolonialista y antiimperialista demostrada por nuestro pueblo. Esta fecha transcendió en su importancia de ser el día en que nuestro pueblo activo su espíritu constituyente en un ejercicio soberano en la decisión de sus destinos. Hoy a 203 años de aquella gesta, reivindicamos el glorioso espíritu del 19 de abril en el compromiso de seguir consolidando el proyecto de Bolívar, de la patria soberana y en la lucha por la conquista de nuestra segunda y definitiva independencia.